Aprendiendo del maestro.

Filipenses 2:6-8

Jesús un pastor que estuvo en un constante movimiento, por las calles, por las sinagogas, en las casas nos enseña que su iglesia está en las calles para que tomemos su ejemplo pues esto le permitió estar de cerca de cada persona, conocer sus corazones, su necesidad, siendo Rey, Dios, Santo, no se apegó a eso en que justificarse si no descendió para estar cerca de nosotros, consolarnos, ayudarnos, involucrarse en cada vida, dificultad para bendecirnos, pastorearnos de cerca, identificarse con el dolor del prójimo y revelarnos su compasión, amor.

Jesús no mira de lejos al que lo necesita si no que descendió para dejarnos claro que está por nosotros en defensa y favor, no como quien condena o juzga y que así mismo se entregó por nosotros, derribando pensamientos de que estaba en contra del necesitado, y del pecador, el vino en contra de doctrinas que enseñan esto y dejaron de revelar su amor por las almas y que dejando esta verdad pasaron al error de la mentira al amar más las doctrinas, letras y leyes que matan, para apartar las ovejas del rebaño, pero el siendo la luz vino para que conociéramos en él la verdad, nos enseñó que su espíritu vino a dar vida y vida en abundancia para que por su espíritu aprendiéramos a manejar la palabra que vivifica y santifica de manera que nos edifica, restaura y libera.

Todo lo contrario a otras doctrinas, la salvación viene por regalo de Dios él nos perdonó, pago y no la dio, y si erramos podemos ir a él que nos puede perdonar y seguir en su salvación, mas no por esfuerzo de obedecer leyes que podemos fallar y condenan las almas sin más salvación, la verdad es que fuimos salvos y esto es un regalo diario de Dios.

Así el mismo descendió dejó su trono, su silla, su comodidad para amparar al necesitado y a ti que te impide llegar al necesitado?

Editado por: Andrea Ocampo para MSJ PARA EL ALMA, (Foto tomada de internet)